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Cuidados del arbusto Pterocephalus dumetorum o Rosalillo de cumbre

El género Pterocephalus pertenece a la familia de las Caprifoliaceae incluye 25 especies arbustos y plantas herbáceas procedentes del Mediterráneo, Asia Central, Macaronesia y África. Algunas especies son: Pterocephalus dumetorum, Pterocephalus lasiospermus, Pterocephalus spathulatus, Pterocephalus arabicus, Pterocephalus perennis.

En su lugar de origen recibe los nombres vulgares de Rosalillo de cumbre, Rosalillo de monte, Rosalito salvaje y Rosalito de cumbre.

Son arbustos perennifolios muy ramificados y de porte compacto que presentan tallos marrones y que pueden medir hasta 1,5 metros de altura. Las hojas son de color verde claro y forma ovalada o lanceolada. Lo más interesante son sus abundantes flores rosas que florecen durante la primavera.

Estas plantas son muy adecuadas para su uso en rocallas, taludes soleados, grupos arbustivos, como ejemplares aislados y en macetas y jardineras.

El Rosalillo de cumbre necesita una exposición bien soleada y clima cálido. No resiste las heladas ni el frío por lo que la temperatura invernal de seguridad se situa en torno a los 10 ºC.

Aunque pueden vivir en suelos pedregosos prefieren uno bien drenado que contenga algo de materia orgánica. El trasplante de maceta se realiza a principios de primavera.

Regar de forma reguler en primavera y verano esperando a que la tierra esté casi seca e ir reduciendo los riegos en otoño hasta que en invierno se rieguen ocasionalmente.

Agradecerán un abonado a finales del invierno con compost o con estiércol.

No es imprescindible la poda pero pueden eliminarse las flores marchitas y darles un ligero recorte de formación tras la floración.

No suelen presentar graves problemas de plagas y enfermedades.

Se propagan a partir de semillas sembradas en semillero a unos 18-20 ºC en un sustrato algo húmedo y bien drenado.

Fotos del arbusto Pterocephalus dumetorum o Rosalillo de cumbre