Cuidados del arbusto Retama monosperma o Retama blanca |
La familia de las Fabaceae incluye el género Retama, integrado por 3 especies de arbustos originarios de la cuenca mediterránea y de las Islas Canarias. Dichas especies son: Retama monosperma (Retama blanca), Retama sphaerocarpa (Retama amarilla) y Retama raetam (Retama moruna). Recibe el nombre vulgar de Retama blanca y es originaria de Marruecos y el suroeste de la península ibérica. Son arbustos muy ramificados desde su base con largas y colgantes ramas que le dan un porte elegante y pueden alcanzar los 3 metros de altura. Presentan pequeñas hojas caducas de forma linear y flores blancas que surgen en pequeños pero abundantes racimos y tienen la típica forma de mariposa de las Fabaceae (Leguminosas). Florecen durante la primavera. Se pueden utilizar como ejemplares aislados en zonas secas del jardín, para formar grupos y para fijar taludes arenosos y dunas. Son plantas ideales para jardines junto al mar. La Retama blanca prosperará bien en una exposición bien soleada y es capaz de resistir alguna helada esporádica y de baja intensidad. Puede vivir en suelos pobres y arenosos (de hecho es su hábitat natural) e incluso con cierta salinidad. Es importante que disponga de buen drenaje. Los riegos deberán ser moderados durante todo el año esperando a que se seque bien la tierra antes de volver a regar. Resisten bien la sequía. La Retama monosperma no necesita abonos especiales, basta con un poco de materia orgánica cada 2 años. Aunque no precisa de poda podemos realizar podas ligeras cada año tras la floración para darles forma o eliminar ramas viejas o dañadas. La Retama blanca es una planta resistente que no suele sufrir el ataque de las habituales plagas y enfermedades. La Retama monosperma se propaga mediante esquejes de punta realizados durante el otoño y a partir de semillas a las que conviene introducir unos 5 segundos en agua muy caliente. |
Fotos del arbusto Retama monosperma o Retama blanca |