Oreocereus celsianus o Oreocereus fossulatus

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Cuidados del cactus Oreocereus celsianus o Oreocereus fossulatus

El género Oreocereus pertenece a la familia de las Cactaceae y lo componen unas 11 especies de cactus procedentes de los Andes (Sudamérica). Algunas especies son: Oreocereus celsianus, Oreocereus trollii, Oreocereus leucotrichus, Oreocereus pseudofossulatus.

Recibe los sinónimos científicos de Oreocereus fossulatus y Pilocereus celsianus. Esta especie es endémica de Chile, Perú, Argentina y Bolivia.

Son cactus de porte columnar que se ramifican desde la base o algo más arriba y que no suelen superar el metro de altura. Aunque son de color verde oscuro o grisáceo suelen estar cubiertos de pelos blancos sedosos que ocultan el cuerpo y las espinas. Estas aparecen en las areolas lanosas y son de 2 tipos: 9 radiales de unos 2 cm de longitud y color marrón amarillento y de 1 a 4 espinas centrales más gruesas y de hasta 8 cm de longitud. Las flores son de color rojo oscuro y aparecen en la parte superior del cactus. Florecen a finales de primavera.

Estas plantas de crecimiento lento y fácil cultivo se suelen cultivar en macetas cuando son jóvenes pero conviene plantarlas en tierra cuando crecen; por ejemplo en rocallas, en jardines de cactus y suculentas y como ejemplares aislados.

El Oreocereus celsianus prefiere una exposición de pleno sol y un clima cálido y seco. Son capaces de resistir heladas siempre que la tierra y el ambiente estén bien secos.

Lo más importante es que el suelo drene bien y no retenga humedad para lo cual podemos mezclar arena gruesa y mantillo de hojas descompuesto a partes iguales.

Regar regularmente en verano (una vez por semana) esperando a que la tierra esté seca. El resto del año reducir los riegos hasta eliminarlos por completo desde mediados de otoño hasta inicio de la primavera.

Conviene abonar, una vez al mes, con un fertilizante mineral para cactus en primavera y la primera mitad del verano.

Sólo necesitan poda en caso de que haya algún tallo dañado. Se realiza a principios de la primavera.

Su principal enemigo es el exceso de riego o de humedad ambiental.

Se pueden propagar a partir de semillas sembradas en una tierra arenosa y un poco húmeda y mediante esquejes puestos a enraizar en el mismo tipo de sustrato en verano.