Cuidados del árbol Quercus cerris o Roble de Turquía |
El género Quercus, de la familia de las Fagaceae, lo forman unas 500 especies de árboles y arbustos que se distribuyen por Europa, Norteamérica, Asia y América del sur. Algunas especies de dicho género son: Quercus cerris, Quercus ilex, Quercus suber, Quercus coccifera, Quercus canariensis, Quercus alba, Quercus garryana, Quercus robur. Es conocido por los nombres vulgares de Roble de Turquía, Roble cabelludo y Roble cerris. Son árboles caducifolios de crecimiento rápido y copa extendida, más bien piramidal, que pueden superar los 25 metros de altura. Sus atractivas hojas lobuladas presentan los márgenes dentados y son de un bello color verde vivo. La floración se produce en primavera pero las flores no revisten interés ornamental. Producen bellotas como otros robles y encinas. El Roble cerris suele utilizarse en jardines pequeños y medianos como ejemplares aislados para dar sombra. El Roble de Turquía prefiere una exposición de sombra y de semisombra en climas cálidos como el mediterráneo; en zonas de clima más frío puede cultivarse a pleno sol. Tienen buen resistencia a las heladas de hasta unos -12 ºC. A pesar de que pueden vivir en cualquier tipo de suelo prefieren que esté bien drenado y sea profundo. Conviene regarlos de forma moderada todo el año esperando a que se haya secado el terreno. El Roble cabelludo agradece un abonado a base de compost durante la primavera. A finales del invierno se recomienda darles ligeras podas de formación si fuera necesario. El Quercus cerris no suele presentar graves problemas de plagas y enfermedades. El Roble de Turquía se propaga de forma bastante sencillas a partir de semillas sembradas en otoño o a finales del verano. |
Fotos del árbol Quercus cerris o Roble de Turquía |